viernes, 4 de julio de 2014

BERNARDA FERREIRA DE LA CERDA







Soneto al desierto de Buçaco



Jardín cerrado, inundación de olores,
fuente sellada, cristalina y pura;
inexpugnable torre, do segura
de asaltos, goza el alma sus amores.

Intactas guardas tus hermosas flores;
matas la sed, destierras la secura,
ostentas majestad, y desa altura
penden trofeos siempre vencedores.

El verdor tuyo nunca el lustre pierde,
ni se enturbia el candor de tu corriente;
firme está tu invencible fortaleza.

Que es el jardín cerrado siempre verde,
es siempre clara la guardada fuente,
y es propia de la torre la firmeza.


Imagen: Jardín de Buçaco.


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