Nocturno
Me tendí, como el
llano, para que aullara el viento.
Y fui una noche
entera
ámbito de su furia y
su lamento.
Ah, ¿quién conoce
esclavitud igual
ni más terrible
dueño?
En mi aridez, aquí,
llevo la marca
de su pie sin
regreso.
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