Inscripción sobre una puerta
Cuando partas, que la buena suerte te acompañe
como un anillo brillando en tu mano derecha.
No has de vacilar, ni dudar, ni entristecerte.
Anda rectamente y vence a la tempestad.
Cuando regreses, camina ligero, sonríe y canta.
Deja olvidada toda tu pena en el umbral,
pues tu estirpe ha de serte querida siempre
y tu casa ha de serte siempre sagrada.
Versión de Darie Novacèanu.
Imagen: Carlos D. Pulido, Vestigios (puerta I).
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