Jardín abstracto
La manzana en su rama
es lo que ella desea:
brillante suspensión
y mímica del sol.
La rama se ha llevado
arriba aliento y voz
que se articula,
queda, en la oblicua subida
de las ramas encima
de ella, empaña sus ojos.
Ya es ella prisionera
del árbol.
Ella es presa del
árbol y de sus verdes dedos.
Y de este modo llega
a soñar que es el árbol,
el viento poseyéndola
y trenzando sus venas,
abrazándola para el
cielo y su azul rápido,
anegando la fiebre de
sus manos en luz.
Ella no tiene miedo,
recuerdos ni esperanza
más allá de la hierba
y sombras a sus pies.
Versión de Agustí
Bartra.
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