Separación
¿No es mucho una
semana? Un día es demasiado
para quien mida la
separación por segundos,
y queda ligado al
otro por el ritmo cordial,
como el canto y el
eco.
Quedarse solo un día,
es un día robado
a los pocos que
quedan aún tal vez,
hasta que con el
oscurecer del vago Oeste,
se apaga la última
mirada hacia el ser amado.
La vida sigue
irremediablemente su propia línea.
Todo instante puede
ser, cada vez, el último,
y finalmente uno lo
será para siempre.
Entonces, del cuerpo
escapado al tiempo,
no quedará nada más
que polvo sin nombre,
dispersándose en el
viento de la eternidad.
Versión de Henriette
Colin.
Imagen: Salvador
Dalí, Meditative Rose, 1958.
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