¿Qué leía?
¿Qué leía aquella
muchacha del libro en el tranvía?
Por estar fuera del
tiempo y la imagen y el nombre,
solo le quedaba el
sentido y ése temblaba tan ardorosamente
que si hubiera tenido
que hablar, hubiera injuriado,
y si hubiera tenido
que levantar los ojos, hubiera visto
solamente la rebelión
y la caída de los ángeles...
Quien se ha sumido en
la poesía,
ya no puede salir...
Traducción de Clara
Janés.
Imagen: Edward Hopper, Compartimento
C, coche
193, 1938
(detalle).
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