Azuloscuro
No sé si te
parece paradoja
pero quizá no
mienta si declaro
la inmensa
inteligencia del deseo:
las lentas
odiseas por tu cuerpo
en el sabio
navío de la búsqueda
en todos los
senderos tan exacto,
propicio a
saturar, con islas encendidas,
las nostalgias
antiguas.
Azuloscuro y
sabio es el deseo,
lira que desde
lejos obligase a la danza,
a componer un
himno de latidos:
la sola
inteligencia de vivir
en deseo
perpetuo de naufragio.
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