El paraíso sobre
los tejados
Será un día
tranquilo, de luz fría,
como el sol que
nace o que muere, y el vidrio
guardará el aire
sucio del cielo exterior.
Un día nos
despertarán, de una vez para siempre,
en la tibieza
del último sueño: la sombra
será como la
tibieza. Llenará la alcoba,
a través del
ventanal, un cielo más grande.
De la escalera
que se subió para siempre
no vendrán más
voces ni rostros muertos.
No será
necesario abandonar el lecho.
Sólo el alba
entrará en la alcoba vacía.
Bastará la
ventana para vestir cada cosa
de una claridad
tranquila, casi una luz.
Los recuerdos
serán unos grumos de sombra
agazapados como
brasa vieja
en el fogón. El
recuerdo será la llama
que aún ayer
mordía los ojos apagados.
Traducción de
Guillermo Fernández.
Imagen: Pablo
Ruiz Picasso, Tejados azules, 1901.
No hay comentarios:
Publicar un comentario