Y también obrará la
primavera
su milagro inaudito
en mi pluma
incesante,
en mi voz
industriosa,
en todos estos años
de letargo impaciente.
Llegará el temporal
y romperá la inercia
poderosa,
y brillará otros sol
definitivo,
y habrá un oro en las
miesesc
como el del lomo
antiguo de los libros.
Y sé que me traerá la
primavera,
de nuevo, su perfume
de albahaca,
y su fronda de
helechos,
y su aroma profundo.
Y pediré a los
ángeles del aire,
y al dios de la
armonía,
que vuelvan soplar en
mi tintero.
Para que esta segunda
primavera,
con su sello
escarlata,
sepa, sencillamente,
que la espero.
Imagen: Evelyn De
Morgan, Night and Sleep (detalle), 1878.
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