Islas
El litoral y el árbol están rodeados por el
mar,
las olas arrastran la arena
de mi isla,
mi puesta de sol se
desvanece,
el campo y la ciénaga sólo
esperan que llueva.
El amor desgasta los altos
diques
que detienen la marea,
grano tras grano.
El viento se desliza
hacia mi isla.
El granito deslavado trepa
hasta donde las gaviotas
giran y revolotean,
un grito triste sobre mi
isla.
El velo de novia del
amanecer, húmedo y pálido,
se disuelve en el sol.
El tejido del amor es una
madeja enredada por gatos,
carrera de ratones.
Puñados de rosales se
enroscan donde los búhos
conocen mis ojos
cielos violetas.
Toca mi isla, tócame.
Abajo, el viento se vuelve
ola,
paz infinita,
islas que tocan manos
bajo el mar del paraíso.
Los oscuros embarcaderos
buscan hambrientos mi isla
como dedos de piedra.
Las palabras perladas de los
marinos se doblan
y las boyas se esparcen en
mi orilla,
iguales en amor, suenan en
círculos.
El litoral y el libre
regreso al mar,
las olas arrastran la arena
de mi isla,
de mí.
Traducción de Claudia
Aguirre Walls y Juan Villoro
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