domingo, 30 de junio de 2013

ISMENE MATAS




Silencio

Hay veces que cuando hablo nada digo,
hay veces que no encuentro las palabras,
a veces se me van yo no sé dónde,
se esconden, sin cesar conmigo juegan
procurando que yerre de continuo.
Y así cuando te miro quedo muda
por temor a que el odio por mi boca
salga en vez del amor que guardo dentro.
Por eso callo, estoy siempre en silencio,
tan triste, en el silencio prisionera,
hablando en el silencio, sola siempre
en tanto que en silencio me abandonas.

Imagen: Edwar Hopper, Interior veraniego.

GERARDO DIEGO






Cuarto de baño

Qué claridad de playa al mediodía,
qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
si, entre espumas y platas y azulejos,
Venus renace a la mitología.

Concha de porcelana, el baño fía
su parto al largo amor de los espejos
que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
se empañan de un rubor de niebla fría.

He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
Nimbo de suavidad su piel exuda
y en el aire se absuelve y se demora.

Venus, esquiva en su rebozo, huye.
Su alma por los espejos se diluye,
y solo -olvido- un grifo llora y llora. 

Imagen: Marta López, Final_bañera

SYLVIA PLATH







Bondad


La bondad se desliza por mi casa.
Doña Bondad, ¡tan amable!
Las joyas rojas y amarillas de sus anillos humean
en las ventanas, los espejos
se llenan de sonrisas.

¿Qué hay tan real como el grito de un niño?
El grito del conejo puede ser más salvaje
pero no tiene alma.
El azúcar lo cura todo, según dice la Bondad.
El azúcar es un fluido necesario.

Sus cristales un pequeño emplasto.
¡Oh bondad, bondad
dulcemente recogiendo pedacitos!
Mis sedas japonesas, mariposas desesperadas
pueden a cualquier momento ser clavadas, anestesiadas.

Y aquí vienes tú, con una taza de té
en guirnaldas de vapor.
Pero la poesía es un jet de sangre,
no hay manera de pararla.
Me acercas dos niños, dos rosas.

Traducción de Beth Miller

JOSÉ GARCÍA NIETO






Al espejo retrovisor de un coche


Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido.

En ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer, cuando
las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido.

Pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño
tan lejano, las rosas de aquel día.

Crees que puedes cambiar toda la suerte
y, aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.

viernes, 28 de junio de 2013

EDITH SITWELL



 
Canción para dos voces
 
"Oh Dionisio del árbol -tú el de la barba, tú el de la madurez-,
entre las ramas de mis brazos y cabellos,
como sostienen al banano los sarmientos de la vid,
tú vienes igual que el viento entre las frondas."
 
“Y para la tierra de mi corazón, oh mujer de oro,
tú eres la diosa del trigo.”
 
“Oh viento, ven otra vez a mis ramas.”
“Oh lobreguez de la tierra. Oh madurez.”

miércoles, 26 de junio de 2013

HOMERO ARIDJIS





Te amo ahí contra el muro destruido

Te amo ahí contra el muro destruido
contra la ciudad y contra el sol y contra el viento
contra lo otro que yo amo y se ha quedado
como un guerrero entrampado en los recuerdos

Te amo contra tus ojos que se apagan
y sufren adentro esta superficie vana
y sospechan venganzas
y muertes por desolación o por fastidio

Te amo más allá de puertas y esquinas
de trenes que se han ido sin llevarnos
de amigos que se hundieron ascendiendo
ventanas periódicos y estrellas

Te amo contra tu alegría y tu regreso
contra el dolor que astilla tus seres más amados
contra lo que puede ser y lo que fuiste
ceremonia nocturna por lugares fantásticos

Te amo contra la noche y el verano
contra la luz y tu semejanza silenciosa
contra el mar y septiembre y los labios que te expresan
contra el humo invencible de los muertos

Imagen: Jef van Grieken, Meadow.