sábado, 30 de noviembre de 2013

ISMENE MATAS








Labios cerrados

Ya nunca salen de mi boca aquellas
letras de amor que tanto prodigaba,
las palabras de amor que dirigía
a la Esperanza fugitiva siempre.
Ahora me dedico a otros trabajos
en los que no hace falta su recuerdo:
desmonto aquel enchufe que funciona,
no lucho contra el polvo que su foto
recubre en gruesas capas ocultándola,
aspiro un cigarrillo lentamente
liado con picadura del olvido,
recubro con esmero los espejos
en los que cada tarde se contempla
y escucho las canciones en la radio
que nunca se refieren a su nombre.

Mis labios insensibles a la música
que tañe el corazón y silba el viento
han de permanecer siempre sellados.




Imagen: Warren Chang, Returning Home.


OLAV H. HAUGE








Concha

Le construyes una casa a tu alma.
Y te paseas orgulloso
a la luz de las estrellas
con tu casa a la espalda
como un caracol.
Si adviertes peligro,
te metes en la casa
y te sientes a salvo
detrás del duro
caparazón.

Y cuando ya no existas,
quedará
la casa
y testimoniará
de la belleza de tu alma.
Y dentro susurrará
el mar de tu soledad.




Traducción de Francisco J. Uriz

Imagen: Dibujo de Eileen Postlethwaite.


viernes, 29 de noviembre de 2013

GOTTFRIED BENN








Nada hay tan pesado como el dolor:
muros de piedra, de cristal,
sitios para comer, para soñar,
¿puedes acaso soportarlo?

¿No terminará entonces todo,
y las sombras de rocas, de piedras,
y cerradas las puertas, los muros,
te encierren?

No piensas entonces en todo padecer,
toda fuerza destructiva,
como un vestido de fiesta,
como una noche de antorchas.

Ocaso, pura destrucción,
en las bancas de un jardín
—sofocante concentración—,
ocaso: presentimiento

de cualquier divorcio de fidelidad,
del íntimo Tú
asediándote, y nuevos
tormentos en ti crecen.

Ser sin reposo y sin sueño,
impostergable penuria...:
¿no piensas entonces en el dolor
como en la más alta ley?


Traducción de José Manuel Recillas.

Imagen: André Derain, Paysage triste, ca 1946.

jueves, 28 de noviembre de 2013

E. E. CUMMINGS








69:466


ahora (amor) todos los dedos de este árbol tienen
manos, y todas las manos tienen gente; y
cada persona está (mi amor) más viva
de lo que podrían entender todos los mundos

y ahora eres y soy ahora y somos
un misterio que nunca más volverá a suceder,
un milagro que nunca antes había sucedido—
y este brillante ahora debe volverse entonces

nuestro entonces será alguna oscuridad en la que no
tengan manos los dedos; y no te tenga
yo a ti: y todos los árboles sean (cualquiera más
sin hojas que cada uno) su para siempre nieve silenciosa

—pero nunca tengas miedo (mía, hermosa,
en flor) porque el entonces es también un hasta



Traducción de Ulalume González de León.

Imagen: Pavel Tchelitchew, Árbol vuelto mano y pie, 1939.