lunes, 25 de noviembre de 2013

ANA AJMÁTOVA







Cuando la luna es de melón, una tajada en la ventana
y en redor es la calina, cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas, y en la fuente de arcilla hay agua fría
y la nieve del paño y arde una bujía de cera
tal que en la niñez, mariposas zumban.
La calma, que no oye mi palabra, retumba,
entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
La soledad en sus redes me hizo prisionera,
el gato negro del alma me mira, como ojos centenarios,
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.


Versión de María Teresa León.


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