sábado, 2 de noviembre de 2013

VALERIO MAGRELLI





Es sobre todo en el llanto
que el alma manifiesta su inquieta presencia.
Por una comprensión secreta
el dolor se vuelve agua
y el sufrimiento madura flores líquidas.
La gemación primera del espíritu
es, por lo tanto, la lágrima,
su palabra transparente y lenta.
Así, según esta elemental alquimia
en verdad el pensamiento se substancia
como una piedra o un brazo.
Asimismo esta turbación
es un tránsito hacia el silencio,
porque no hay conmoción en el signo
sino sólo desconsuelo mineral de la materia.



Traducción de Guillermo Fernández.

Imagen: Rogier Van der Weiden, Descendimiento de la Cruz (detalle).

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