sábado, 9 de noviembre de 2013

GUNNAR EKELÖF





Almas mudas

No, las almas no se hablan
unas a otras de manera diferente que los pájaros.
Y los pájaros no se hablan
de manera diferente que las almas.
Mientras nuestro oído necesita
una multitud de palabras,
de sonidos laboriosamente ensamblados,
para que lo dicho llegue a su destino
les bastan a ellos unos pocos,
les basta con variar su intensidad
variar su acento. 



Imagen: Helen Musselwhite.


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