Con qué amor canta
siempre el petirrojo. El trigo ha madurada esta mañana. Las nubes se encaraman a los montes y saludan. El rocío ha empañado aquel recuerdo de un vestido azul de terciopelo que ocultaba los valles y montañas, oscuros y espesos bosques perfumados por donde solía caminar todas las noches.
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