La Sura de la sombra
El que no posee
una sombra en su
interior
una Sombra a la que
uno pueda retirarse
de la multitud humana
una Sombra, una
penumbra, un manantial secreto
que murmure
pacíficamente
un Manantial cuyas
aguas curen
la fiebre del alma
se encuentra
desamparado en el desierto,
cegado por el sol,
condenado a creer
en todo espejismo
y la arena del
desierto cambia
constantemente de
forma,
la ciudad,
desaparecida del mapa,
seguirá igual de
alejada
El que no posee
una Sombra, una
penumbra, un manantial secreto
un Manantial cuyas
aguas curen
la fiebre del alma
Desgraciado aquel que
no tiene una Sombra en su interior.
Traducción de Francisco
J. Uriz.
Imagen: Edward
Hopper, Sombras Nocturnas (aguafuerte).
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