Ubi sunt
Todo está en donde
estuvo, todo late
en el primer
latir
de la primera aurora
cautivada,
y en su cautivo
corazón en pálpito.
Todo fluye
en el mismo fluir de
un mismo río,
por el agua tenaz de un
cauce idéntico.
¿Acaso es que no
sientes en tu piel
la salvaguardia de
otra piel pretérita,
las sangres
centinelas de tu sangre,
las sombras que
fecundan a tu sombra?
¿No sabes escuchar
bajo la voz
los coros
primordiales de las voces,
ni el ser de la
palabra en cuanto somos,
ni el eco de vivir en
lo que hablamos?
Lo que antes eran
hombres hoy es tiempo,
las mujeres que han
sido son del aire,
la arena vagabunda,
nuestros hijos.
¿En el volar, no ves
el vuelo inmune?
¿No amas, en el amar,
el amor único?
A fuerza de mudarse,
nada cambia;
de tanto discurrir,
todo está inmóvil.
Hay una sola frente
pensativa
que entiende la
hermandad de cuanto existe
y en cuanto ha muerto
ve lo que no muere.
¿Qué se fizieron,
pues. ¿Dó los escondes?
Cierra los ojos para
ver más claro
y sal fuera de ti
para morar contigo.
Imagen: Claire &
Tesar Freeman, Ubi Sunt, 2013.
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