Lo que más amo,
lastimo
Dejo caer el látigo
duro de mi voz
y lo que más amo,
lastimo.
Dejo caer la ola
súbita de mi ira
en cada palpitación
y lo que más amo,
lastimo.
Dejo caer mi dignidad
herida,
como bolsa de hiel
que se revienta
y lo que más amo,
lastimo.
Saco la frazada de mi
amor
—a mordiscos, a
puntapiés despedazada—
y te quiero cubrir,
se te clavan sus
puntas de hielo desdentado,
aúllas de dolor
y yo te amo,
te quiero cubrir,
ponerte a salvo
de los colmillos
negros de la vida.
Imagen: Giovanni
Baglione, Eros Divino derrota a Eros terrenal, hacia 1602 (detalle).
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