Pensamiento de otoño
Aún quedan viejas
tapias en el mundo.
(Sabemos que morir no
es estar muertos).
Aún quedan en el alto
acantilado
flores de brezo.
Sabemos al morir que
nuestros pasos
cansados no querían
ir tan lejos.
(Aún queda esa colina
bronceada
de helechos secos).
La entraña del pinar
es sombra pura.
Rayos de un sol de
otoño velan, trémulos,
su orilla de
vivientes florecillas
y húmedo suelo.
Rayos de un sol de
otoño, nuestros pasos
no nos quieren llevar
fuera del tiempo.
Morir —o huido barco
entre las olas—
no es estar muertos.
Imagen: René
Magritte, The Song of the Viole, 1951.
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