Labios cerrados
Ya
nunca salen de mi boca aquellas
letras
de amor que tanto prodigaba,
las
palabras de amor que dirigía
a la
Esperanza fugitiva siempre.
Ahora
me dedico a otros trabajos
en
los que no hace falta su recuerdo:
desmonto
aquel enchufe que funciona,
no
lucho contra el polvo que su foto
recubre
en gruesas capas ocultándola,
aspiro
un cigarrillo lentamente
liado
con picadura del olvido,
recubro
con esmero los espejos
en
los que cada tarde se contempla
y
escucho las canciones en la radio
que
nunca se refieren a su nombre.
Mis
labios insensibles a la música
que
tañe el corazón y silba el viento
han
de permanecer siempre sellados.
Imagen: Warren Chang, Returning Home.