domingo, 4 de agosto de 2013

LUIS ROSALES






Recordando un temblor en el bosque de los muertos

Si el corazón perdiera su cimiento,
y vibraran la tierra y la madera
del bosque de la sangre, y se sintiera
en tu carne un pequeño movimiento

total, como un alud que avanza lento
borrando en cada paso una frontera,
y fuese una luz fija la ceguera,
y entre el mirar y el ver quedara el viento,

y formasen los muertos que más amas
un bosque ciego bajo el mar desnudo
-el bosque de la muerte en que deshoja

un sol, ya en otro cielo, su oro mudo-
y volase un enjambre entre las ramas
donde puso el temblor la primer hoja...

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