Recordando un temblor
en el bosque de los muertos
Si el corazón
perdiera su cimiento,
y vibraran la tierra
y la madera
del bosque de la
sangre, y se sintiera
en tu carne un
pequeño movimiento
total, como un alud
que avanza lento
borrando en cada paso
una frontera,
y fuese una luz fija
la ceguera,
y entre el mirar y el
ver quedara el viento,
y formasen los
muertos que más amas
un bosque ciego bajo
el mar desnudo
-el bosque de la
muerte en que deshoja
un sol, ya en otro
cielo, su oro mudo-
y volase un enjambre
entre las ramas
donde puso el temblor
la primer hoja...
No hay comentarios:
Publicar un comentario