A veces me levanto pesimista
A veces me levanto
pesimista
y pienso que ya es
hora de morirme,
mas miro alrededor y
me doy cuenta
que da igual que yo
muera puesto que otro
tomará mi lugar en la
batalla.
Solo somos el reflejo
del difunto
cuya casa ocupamos
sin congoja,
recambios de una
máquina perfecta
que nunca se detiene
ni avería.
Nunca tuvimos rostro,
ni siquiera
un nombre que
distinga al abatido
del que lo reemplaza
ni tampoco
un corazón que lata
en solitario.
Sin brazos que derrumben
las montañas
ni alma con que soñar
que se respira
ni ojos para mirar el
vuelo lento
de las nubes que
pasan sin retorno,
ni oídos que perciban
los acordes
del ave, la tormenta
o de la aurora,
tan solo somos peces
que nadamos
en el funesto mar de
la tristeza.
Imagen: Riusuke
Fukahori, Goldfish Salvation, 2011.
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