martes, 4 de marzo de 2014

DINOS CHRISTIANÓPULOS







Tarde


Era hermosa aquella tarde con la interminable discusión en la vereda.
Los pájaros gorjeaban, pasaba la gente, corrían los automóviles.
Por la ventana de enfrente se oían cantos rembéticos* en la
radio y la niña de nuestro vecino cantaba su pena.
Se deshojaba la acacia y perfumaba el jazmín
y cerca de la muralla los chicos jugaban a la escondida
y las niñas hacían girar la cuerda —
jugaban cerca de la muralla y no sabían de la muerte,
jugaban cerca de la muralla y no sabían del remordimiento,
y yo amé mucho a los hombres aquella tarde,
no sé por qué, los amé mucho, como un moribundo.


* rembético: especie de canto popular.

 

Traducción de  Horacio Castillo.

Imagen: L. S. Lowry, Niños jugando, Failsworth.



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