Bajo el oro pequeño de los trigos
para
Samuel Gordon
Si me voy este otoño
entiérrame bajo el oro pequeño de los trigos,
en el campo,
para seguir cantando a la intemperie.
No amortajes mi cuerpo.
No me escondas en tumbas de granito.
Mi alma ha sido un golpe de tempestad,
un grito abierto en canal,
un magnífico semental
que embarazó a la palabra con los ecos de Dios,
y no quiero rondar, tiritando,
mi futuro hogar,
mientras la nieve acumula
con ademán piadoso
sus copos a mis pies.
Yo quiero que la boca del agua
me exorcice el espíritu
que me bautice el viento,
que me envuelva en su sábana cálida la tierra
si me voy este otoño.
Imagen: John Rogers
Cox, Grain Farm, 1959.
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