Soneto de la
nieve todavía
Mira cómo se
quema el Guadarrama
en sus torres
azules. Esa loma
tiene un poco de
nieve, una paloma
que ha librado
sus alas de la llama.
Qué desierta de
pájaros la rama
donde a la luz
mi corazón se asoma,
como un clavel
de invierno sin aroma
como un campo
segado de retama.
Crezco de amor
bajo este sol tendido,
y crecen las
montañas imitando
el hielo que mi
ardor no te ha deshecho.
Bajo un ave de
nieve estoy vencido
y están sus alas
frías coronando
una sierra de
sangre por mi pecho.
Imagen: Darío de
Regoyos, Guadarrama, 1885.
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