A la tristeza
Si no fuera por
ti...
si no fuera por
ti, que cada tarde
tuyo me haces
cuando el sol declina,
cuando todo es
tan bello porque es triste,
y hundes más mis
raíces
de hombre en la
tierra... de hombre inmensamente
solo bajo el
poniente en que Dios huye.
¿Qué sería de
todo, qué sería
de nosotros? Ah,
nunca
nunca hubiéramos
visto
el secreto
misterio de las cosas.
Oh, tú,
tristeza, madre
de toda la
hermosura que ha creado
el hombre en el
dolor que da tu mano
con su dulce
castigo...
No te apartes de
mí, ven cada día
a hacerme
triste, a hacerme hombre, hijo tuyo...
Visítame.
Imagen: Kieron Williamson,
Broadland Mist, 2014.
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