Viento de otoño
Hemos visto,
¡alegría!, dar el viento
gloria final a
las hojas doradas.
Arder, fundirse
el monte en llamaradas
crepusculares,
trágico y sangriento.
Gira, asciende,
enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño
suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo
lejos sus pisadas?
Pasan, dejando
el campo amarillento.
Por esto, por
sentirnos todavía
música y viento
y hojas, ¡alegría!
Por el dolor que
nos tiene cautivos,
por la sangre
que mana de la herida
¡alegría en el
nombre de la vida!
Somos alegres
porque estamos vivos.
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