Humareda
El humo sale
lentamente de la chimenea
entre los
árboles, donde
vive la joven
pareja.
Con alegría
ofrendan
a los grandes
poderes de la luz
trozos de abeto,
duros abedules.
Donde vive el
avaro el humo
es delgado y
turbio:
tiempos
funestos,
no del todo
propicios
para Dios.
Nunca verás
tu propia
humareda.
Yo por años
permanecí
sentado
cual Caín
en la oscuridad.
Versión de
Milton Medellín.
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