martes, 23 de diciembre de 2014

LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE











Caído se le ha un clavel
hoy a la aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
porque ha caído sobre él!

Cuando el silencio tenía
todas las cosas del suelo,
y, coronada del yelo,
reinaba la noche fría,
en medio la monarquía
de tiniebla tan cruel,

Caído se le ha un clavel
hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
porque ha caído sobre él!

De un solo Clavel ceñida,
la virgen, aurora bella,
al mundo se lo dio, y ella
quedó cual antes florida;
a la púrpura caída
solo fue el heno fïel.

Caído se le ha un Clavel
hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
porque ha caído sobre él!

El heno, pues, que fue dino,
a pesar de tantas nieves,
de ver en sus brazos leves
este rosicler divino
para su lecho fue lino,
oro para su dosel.

Caído se le ha un clavel
hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!



Imagen: Anton Raphael Mengs, Adoracion de los pastores, 1770.





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