Contra la flor de la
canela
Para hacer el amor
ha de evitarse un sol
muy fuerte sobre los ojos de la muchacha,
tampoco es buena la
sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el amor.
Los pastos húmedos
son mejores que los pastos amarillos,
pero la gruesa arena
es mejor todavía.
Ni junto a las
colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas.
Poco reino es la cama
para este buen amor.
Limpios los cuerpos
han de ser como una gran pradera:
que ningún valle o
monte quede oculto y los amantes
podrán holgarse en
todos su caminos.
La oscuridad no
guarda el buen amor.
El cielo debe ser
azul y amable, limpio y redondo como un techo y entonces
la muchacha no verá
el Dedo de Dios.
Los cuerpos discretos
pero nunca en reposo,
los pulmones
abiertos,
las frases cortas.
Es difícil hacer el
amor pero se aprende.
Imagen: Mario
Cattaneo, Around Milano, 1950.
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