Paisaje
Qué silencio tan
grande el de éste campo,
qué vastas y dormidas
soledades,
qué inmensidad vacía,
qué tremenda
tristeza derramada
por los aires.
La sierra se derrumba
lentamente
sobre la mansa
angustia de los valles
que elevan puros,
asombrados, ciegos,
el encendido grito de
los árboles.
El cielo es plomo
gris que se derrumba
sobre el pavor
silente del paisaje,
es un inmenso buitre
hambriento y sordo,
un infinito dios
amenazante.
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