Aquí tienes, amor, tu
antiguo huerto,
con su doblada hilera
de granados,
que abril dejó de verde coronados
y junio con sus flores ha cubierto.
Y donde en flor
segura y fruto incierto
se muestran los
olivos blanqueados,
y van al amarillo los
sembrados,
y al calor las
gayombas se han abierto.
Aquí te espero, amor,
por las veredas
que no vienen ni van
a parte alguna
sino a aquel corazón
en donde habitan,
y donde aún sin venir
siempre te quedas
y haces mi soledad
tan oportuna
que la paz y el
silencio la visitan.
Imagen: George
Rochegrosse, Jardín
No hay comentarios:
Publicar un comentario