El pozo salvaje
Por más que
aburras esa melodía
monótona y
brumosa de la vida diaria,
y que te amansa;
por más lobo sin
dientes que te creas;
por más
sabiduría y experiencia y paz de espíritu;
por más orden
con que hayas decorado las paredes,
por más edad que
la edad te haya dado,
por muchas otras
vidas que los libros te alcancen,
y añade lo que
quieras a esta lista,
hay un pozo
salvaje al fondo de ti mismo,
un lugar que es
tan tuyo como tu propia muerte.
Es de piedra y
de noche, y de fuego y de lágrimas.
En sus aguas
dudosas
reposa desde
siempre lo que no está dormido,
un remoto lugar
donde se fraguan
las
abominaciones y los sueños,
la traición y
los crímenes.
Es el pozo de lo
que eres capaz
y en él duermen
reptiles, y un fulgor
y una profunda
espera.
En tu rostro
también, y tú eres ese pozo.
Ya sé que lo
sabías. Por lo tanto,
Acepta, brinda y
bebe.
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