viernes, 26 de septiembre de 2014

JOYCE KILMER








Los árboles



Pienso que nunca veré
un poema precioso, como un árbol.

Un árbol cuya boca hambrienta está lista
contra el seno dulce que fluye de la tierra;

un árbol que mira a Dios todos los días,
y levanta sus brazos frondosos para orar;

un árbol que puede usar en el verano
un nido de petirrojos en el pelo;

una vez en cuyo pecho la nieve ha permanecido;
quien vive íntimamente con la lluvia.

Los poemas se hacen los tontos como yo,
pero sólo Dios puede hacer un árbol.




Versión de J. Diego Amoroz E.


Imagen: Eyvind Earle, Autumn Eucalyptus.




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