martes, 25 de febrero de 2014

EDITH SITWELL









Tú, joven arco iris de mis lágrimas, apacible alción
 por encima de las turbulentas aguas de mi pecho:
 conduce, como antes, mi dolor, tu rebaño, sobre las cóncavas
 montañas hasta las lejanas pasturas del cielo perdido.
 Pero están marchitos los prados y el horizonte
 del apacible alción, sol de jacinto;
 fríos son los tallos, las constelaciones caen...
 de las ramas primaverales; y tu corazón está tan lejos
 y es tan frío como Arcturus, distante todos los años luz
 de la floreciente tierra y de la oscuridad de mi corazón.




Versión de Jonio González.

Imagen: Charles John Holmes, Scholar Gipsy, 1917.



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