Tú, joven arco iris
de mis lágrimas, apacible alción
por encima de las turbulentas aguas de mi
pecho:
conduce, como antes, mi dolor, tu rebaño,
sobre las cóncavas
montañas hasta las lejanas pasturas del cielo
perdido.
Pero están marchitos los prados y el horizonte
del apacible alción, sol de jacinto;
fríos son los tallos, las constelaciones
caen...
de las ramas primaverales; y tu corazón está
tan lejos
y es tan frío como Arcturus, distante todos
los años luz
de la floreciente tierra y de la oscuridad de
mi corazón.
Versión de Jonio
González.
Imagen: Charles John Holmes, Scholar Gipsy, 1917.
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