Carta
A
Themo Amurgui
No tengo una hoja de
los viejos árboles verdes.
En este papel te
escribo mi tristeza
tan leve que la lleva
el viento,
tan buena y tierna
que el sol no se sorprende,
noble como el
silencio que camina de noche
en la hierba. Simple
y pura como el agua que corre
sin que nadie adivine
que nació de la tormenta de ayer.
Muchos han muerto.
Muchos seguimos viviendo.
Todos estamos
heridos. El mundo
pesa de tanto dolor.
Con el silencio del
mar recibirás mi tristeza.
Te envío este eterno
"no me olvides", es una
luz plegada en una
pequeña nube.
Te envío este
corderito, pues está cerca de Dios,
para que lo lleves a
su verde jardín.
Te envío este niño
con el pie quebrado.
Álzalo hasta la
ventana con el Lucero,
cerca del mundo,
cerca del sueño.
Cerca de tu bondad
cálida como el aliento de una madre.
Cerca de la chimenea
donde apoyas la mano en la frente
y sueñas con la
felicidad del hambriento, del soldado, del enfermo.
Colócalo cerca de la
verde bandera. Cerca del rojo
caballo. Junto a tu
madre que rodeada
por los gorriones de
enero teje la esperanza.
Colócalo cerca del
suspiro de la amistad. Cerca, muycerca.
Siéntalo y abre como
una sonrisa la ventana
para que vea el mundo.
Nada más, querido
Themo.
Como siempre
peregrinando por la
tierra del sol, te saludo
con el ala de mi
pena.
Traducción de Horacio
Castillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario