Final del día
El día se fue y toda
la vida
se fue ya casi, y su
dolor de morir.
Oh inutilidad de todo
esfuerzo,
porque cada hora
pasada puede ser la postrera.
Ya ha llegado el
momento de rendir la última arma,
ya no hay nada que
ganar ni sitio de donde huir.
Cuando me voy a
dormir únicamente pienso:
de nuevo un día menos
para verte.
Versión de Henriette
Colin.
Imagen: Godofredo
Ortega Muñoz, Campesino durmiendo,1951.
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