¡Oh! Mi amada ha puesto en aprietos al cielo
Oh mi amada ha puesto en aprietos al cielo
Con su belleza
Está hecha de tal suerte
Que los ángeles lloran por verla
Hay dioses diminutos que surgen a su paso
Y sus manos abren cajas de oro
Para que yo pueda reposar
Mi amada está hecha de lilas y palomas de azúcar
Y la estrella más joven despierta en su cabello
Me llama al son de campanas de plata
Y de noche nos internamos en otros mundos
Como pájaros volando en el aire amarillo y rojo
De la niñez
Oh mi amada me toca con las puntas del misterio
Y los ángeles se recuestan como cachorros
A nuestro lado…
Traducción de Alberto Blanco.
Imagen: Michelangelo Caravaggio, El sueño de Cupido,
1608.
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