miércoles, 11 de junio de 2014

CONSTANTINO CAVAFIS








El dios abandona a Antonio



Cuando de pronto, a medianoche oigas
pasar una invisible compañía
con exquisitas músicas y voces,
no lamentes en vano tu fortuna
que cede al fin, tus obras fracasadas,
los ilusorios planes de tu vida.
Como dispuesto de hace tiempo, como valiente, dile
adiós a Alejandría que se aleja.
Y sobre todo no te engañes: en ningún caso pienses
que es un sueño tal vez o que miente tu oído.
A tan vana esperanza no desciendas.
Como dispuesto de hace tiempo, como valiente, como
quien digno ha sido de tal ciudad, acércate
a la ventana. Y ten firmeza, oye
con emoción, mas nunca
con el lamento y quejas del cobarde,
goza por vez final de los sones,
la música exquisita de la tropa divina,
despide a Alejandría que así pierdes.




Traducción de José Ángel Valente.

Imagen: Salvador Dalí, El faro de Alejandría, 1954.



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