Un Pensamiento
por un solitario lecho de muerte
Si Dios te
obliga a este destino;
morir solo, sin
nadie junto a tu lecho
para escuchar
con dolor tu última palabra,
y marcar con
lágrimas el vacilante pulso;
entonces ruega
en soledad: ¡Oh, Señor ven con ternura!
Por tu hijo
olvidado en la viña de roja desdicha,
por la vida
salvaje que se agita en el mundo,
por el
abandonado jardín donde la agonía
cayó como una
sangrienta marea de tu frente,
por toda esta
desolación, consoladme.
No hay amigos ni
lamentos junto a mi,
ningún ángel se
alza entre mi rostro y el tuyo,
pero os pido:
deteneos y arrancad la rosa de mi vida,
sonríe, al
cambiar esta mortal pena en divina eternidad.
Traducción de El
espejo gótico.
Imagen:
Instalación de Richard Jackson: The Laundry Room (Death of Marat), 2009.
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