Romance del lunes
Hoy es lunes. No
debiera,
debería ser domingo
y sacar al corazón
de paseo, despacito,
alamedas adelante
y encontrarse a los
vecinos
y saludar: “Buenas
tardes.”
“¡Qué hermoso que
está ya el niño!
¿Anda solo, come
mucho?”
“Ya lo creo, y es tan
listo
que suele hablarme de
cosas
de las que nunca he
oído.
Me advierte que
nuestra vida
no es otra cosa que
un río,
que las palabras que
siento
no son palabras que
digo,
que el amor es solo
un juego
que nos hace sentir
vivos,
y que los días que
pasan
son las páginas de un
libro
que cuando esté
terminado
solo leerá el olvido.
También le sucede a
veces
que me deja
confundido,
pues ríe cuando yo
lloro
y tiembla si no hace
frío.
A veces se
desconsuela
porque se encuentra
perdido,
otras veces se
desangra
como si se hubiese
herido,
y hay días que no me
habla
porque se encuentra
vacío…
Mas cuando llega la
noche
se duerme como un bendito.”
Imagen: José de Páez, Sagrado Corazón.
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