miércoles, 6 de agosto de 2014

ALBERTO SZPUNBERG



 






Don Nadie descubre la eterna insignificancia


                                                a Ana Basualdo 
                                                                                         

En definitiva, sólo se trata de la luz donde los Justos se
mecen en el viento,
36 robles que se van por las ramas en plena liviandad, que
es la creación.
Es éste el instante en que las hojas discurren en silencio
como amantes.
en una ciudad labrada palabra por palabra, línea a línea,
    letra a letra,
y suspendida como una gota de piedad sobre el inmenso
   mundo:
el bailoteo del corazón es siempre una pequeñísima llama,
eterna entre las manos que la quieren viva.



Imagen: David López García, llegada de Abril, 2010 (detalle).





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