La vida
El pino muere a
los mil años, la flor del hibisco no dura un día.
Ambos se hunden
en la nada. ¿Por qué envanecernos
de nuestros
meses y de nuestros años?
P'eng Tsu*
prolongó su muerte; pero murió al fin como nosotros.
Más vale
aprender a no nacer, no nacer es asimismo no desaparecer.
*Según la
leyenda P'eng Tsu vivió cien años.
Versión de Ávaro
Yunque.
Imagen: Qian
Songyan, Pino.
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