Holocausto
Llenábanse de
noche las montañas,
y a la vera del
bosque aparecía
la estridente
carreta que volvía
de un viaje
espectral por las campañas.
Compungíase el
viento entre las cañas,
y asumiendo la
astral melancolía,
las horas
prolongaban su agonía
paso a paso a
través de tus pestañas.
La sombra
pecadora, a cuyo intenso
influjo arde tu
amor como el incienso
en apacible
combustión de aromas,
miró desde los
sauces lastimeros
en mi alma un
extravío de corderos
y en tu seno un
degüello de palomas.
Imagen: John
Constable, East Bergholt Rectory, 1810.
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