viernes, 1 de agosto de 2014

HENRIK NORDBRANDT







No son los árboles frutales



No son los árboles frutales bajo la llovizna
lo que te pone triste ni tampoco
que se hayan dejado las herramientas del jardín
tiradas sobre el húmedo césped.

Que el otoño es melancólico, eso lo sabes
pero quién puede a pesar de todo contemplar
una hoja de haya purpúrea rozada por un secreto
rayo de sol tardío que la hace visible

sin descubrir al mismo tiempo el cesto de virutas
que podridas y semihundidas
parecen aludir a la ausencia de alguien
o a una inminente llegada largamente esperada.



Traducción de Francisco Uriz.



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