martes, 12 de agosto de 2014

FERNANDO DE HERRERA







Rojo sol, que con hacha luminosa
cobras el purpúreo y alto cielo,
¿hallaste tal belleza en todo el suelo,
que iguale a mi serena Luz dichosa?

Aura süave, blanda y amorosa,                           
que nos halagas con tu fresco vuelo,
¿cuando se cubre del dorado velo
mi Luz, tocaste trenza más hermosa?

Luna, honor de la noche, ilustre coro
de las errantes lumbres y fijadas,                         
¿consideraste tales dos estrellas?

Sol puro, Aura, Luna, llamas de oro,
¿oíste vos mis penas nunca usadas?
¿Viste Luz más ingrata a mis querellas?



Imagen: Anton Raphael Mengs, Apolo como personificación del mediodía.





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