lunes, 12 de mayo de 2014

J. C. BLOEM







Lluvia y luz de luna



La noche de verano crece hacia la mañana;
aún el cielo está vacío de la aurora.
Solo la voz pequeña de la lluvia suave,
habla ante mi ventana abierta.

Al acostarse, cansado de dolor y de vida,
un hombre desea sueño, cuando le duele la tierra,
pero yo me encuentro elevado por un más suave deseo,
porque la luna brilla con tanta claridad.

Ay inquietud de los días calurosos de verano,
ay senderos caminados en la mordedura del polvo,
¿quién pediría, después de la lasitud y de la angustia,
algo más que este brillo de luna?

Todo lo que he callado durante mi vida,
deseo sin forma y sin nombre,
ahora se ha confundido con una lluvia cálida
al otro lado de una ventana de plata.



Versión de Henriette Colin.

Imagen: John Atkinson Grimshaw,  Luz de Luna después la lluvia, 1886.



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