Soneto en el que el
poeta toma prestadas las palabras
de John Donne para
desabrigar infundados temores...
¿Qué haremos en
invierno -me preguntas-,
sin un mal cobertor
que nos defienda
del frío? ¿ Qué
participada prenda
abrigará las
desnudeces juntas?
No te sé contestar. Y
descoyuntas,
pura, abierta,
entregada a la contienda
del amor, ese cuerpo,
a suelta rienda.
y se me escapa el
alma por las puntas.
Aún es verano, y la
calor es tanta
que no comprendo la
frialdad. Y sudo
cuanta humedad rehuye
la garganta.
¿Pero existe el
invierno? ¿Y es tan crudo
su rigor? Si es así,
¿qué mejor manta
para tu desnudez,
que, yo, desnudo?
Imagen: Fernando
Botero, Lovers in bed, 2011.
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