domingo, 1 de septiembre de 2013

MARÍA CEGARRA SALCEDO





Después

Me moriré en La Unión junto a las minas,
con un rumor de mar a mi costado,
el cante de mi tierra como rezo,
y el trozo de un amigo por corona.

Tengo miedo que me cubra la tierra.
Pero el amor callado de mi ensueño,
desgarrará la oscuridad silente
alcanzando la luz inconsumible.

Mi mesa con su enredo de cuartillas.
Cartas que no alcanzaron su respuesta.
Un libro abierto, un retrato escondido.

Envuelta en soledad de soledades,
sin que nadie la recoja y la viva,
la emoción de mis versos al olvido.


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